ADEIUNAJ EN ALERTA: EN LA UNAJ LAS VACACIONES SON UN DERECHO

Luego de un comienzo de año marcado por señales de alerta —como los 150 sueldos que no se abonaron ni en enero ni en febrero, y que solo fueron reparados tras un intenso trabajo gremial—, vuelve a instalarse en la comunidad de la UNAJ una pregunta clave: ¿cómo vamos a convivir con el ajuste?

En el momento del pase a interinato, desde la gremial señalamos la necesidad de ordenar el modo en que se registran las designaciones, tanto en el circuito administrativo interno de la universidad, como en la comunicación con lxs docentes designadxs, para quien muchas veces no hay más que palabras, más o menos precisas, sobre las condiciones y características de su trabajo. Es importante diferenciar cuándo se trata de un alta por baja o cuándo de una suplencia, y qué plazos y continuidad –o no– tiene ésta.

Este problema tiene una raíz estructural, la precariedad en las contrataciones permitió durante años un funcionamiento “de palabra”, donde muchos movimientos no quedaban formalmente registrados. Entendemos que este problema en la gestión está en el origen de los errores que derivaron en la falta de pago de salarios.

Pero además de estas dificultades —sobre las que ya hace un par de años presentamos propuestas concretas para mejorar tanto el sistema interno como su comunicación hacia lxs docentes—, están surgiendo definiciones que nos preocupan profundamente. Estas decisiones ponen en duda la continuidad de designaciones que ya tienen mínimo algunos años de ejercicio, e incluso abren la puerta al no pago de vacaciones correspondientes a esas designaciones.

Algunos hechos alertan sobre esta cuestión: se intenta desconocer el trabajo realizado en febrero o se cuestiona el uso de licencias argumentando que “se toman licencias por demás”. Por el contrario, según los datos disponibles, lo que vemos es un subejercicio del derecho a la licencia, con docentes que asisten a clases enfermos o que recurren a la virtualidad ante la imposibilidad de trasladarse, priorizando no dejar sin clases a sus estudiantes.

Un hecho que nos pone en alerta es el intento de hacer firmar a docentes con designaciones interinas en continuidad notas que autolimitan los plazos de las mismas, de manera tal que excluyan las vacaciones o el receso.

Lxs suplentes, en principio, tienen tanto derecho como cualquier docente a las vacaciones correspondientes al periodo trabajado. Así lo establece el convenio reglamentado en 2015. No está de más recordar que este año se cumplieron 80 años de la sanción de las vacaciones pagas en Argentina (23 de enero de 1945).

No queremos una universidad en la que el ajuste recaiga sobre sus trabajadorxs –cuyos salarios están ya muy devaluados– ni sobrecargando comisiones, ni tratándonos como engranajes desvinculados y descomprometidos con nuestra tarea y con la universidad.

Evidentemente el ajuste avanza, la falta de un presupuesto aprobado para este año nos deja a merced de la arbitrariedad de 3 o 4 funcionarios del gobierno que están más preocupados por una foto, el FMI o la timba financiera, que por asegurar cierta previsibilidad que permita administrar las universidades y planificar una carrera. En este contexto, con mucha más razón, amerita que los problemas se aborden en comunidad y que la carga de sus soluciones no recaiga sobre una de sus partes.

Compañerxs, si les solicitan que firmen alguna nota marcando plazos de una designación que viene siendo de renovación automática en el marco del interinato, no duden en contactar al sindicato.

En la UNAJ el trabajo se paga, los derechos se respetan.

ADEIUNAJ la voz de las y los docentes.